Es un impuesto que se paga en España y que afecta a las personas, no a las empresas.
¿Qué significa esto?
Es un impuesto que grava los ingresos que una persona obtiene a lo largo del año. Es decir, cuanto más ganas, más pagas, aunque también hay deducciones y mínimos que pueden reducir lo que pagas.
¿Qué tipo de ingresos grava el IRPF?
El IRPF se aplica sobre varios tipos de rentas:
Rendimientos del trabajo (sueldos, pensiones…)
Rendimientos del capital (intereses de cuentas, dividendos…)
Rendimientos de actividades económicas (autónomos)
Rentas de alquileres
Ganancias patrimoniales (venta de una casa, acciones, premios…)
¿Quién tiene que pagarlo?
Casi todas las personas que viven en España y tienen ingresos están sujetas al IRPF. Aunque hay límites mínimos, si superas ciertos ingresos al año, estás obligado a presentar la declaración.
Características principales:
Es progresivo: quienes ganan más, pagan un porcentaje mayor.
Es personal: se calcula según tu situación familiar, ingresos, deducciones, etc.
Se liquida anualmente: se presenta normalmente entre abril y junio del año siguiente al que corresponden los ingresos.
Tiene retenciones: por ejemplo, en tu nómina ya te retienen un adelanto del IRPF.
Ejemplo sencillo
Si trabajas y ganas 24.000 € al año, en tu nómina ya te estarán quitando parte del IRPF mes a mes. Luego, en la declaración de la renta (campaña de la renta), Hacienda revisa si has pagado de más o de menos. Te puede salir a:
Pagar (si pagaste de menos),
o Devolver (si pagaste de más).